viernes, 21 de abril de 2017

DE SUFRIR ACOSO A COMBATIRLO

Texto publicado en el número 6 de la revista Mami  (aquí, su perfil de Facebook)


Pablo Sequeiros: <Lo más difícil es conseguir que en las aulas se genere un clima de rechazo a esos comportamientos>

Pablo Sequeiros está a punto de terminar sus estudios de Derecho en el campus de Ourense. Desde hace unos meses forma parte del grupo que, bajo el nombre de <Caso Acoso>, recorre institutos y centros escolares de Galicia en una personal campaña contra el acoso escolar. El arma con que cuentan para esta campaña es su propia experiencia. Varios de los miembros de este grupo, Pablo entre ellos, fueron víctimas de acoso durante varios años en Primaria o Secundaria. Contar en primera persona su estremecedora experiencia, cómo lograron salir del pozo en que los sumergieron los reiterados ataques y la desgarradora sensación que producía el silencio cómplice de sus propios compañeros consigue un claro impacto en los estudiantes que les escuchan. Han estado hace poco en el instituto de O Carballiño y continuarán su ronda por varios centros más de distintos puntos de Galicia.

  • ¿Qué efecto produce vuestro testimonio?
  • En casi todos los institutos a los que hemos ido conseguimos sacar a la luz uno o dos casos de niños que lo están pasando mal y en el centro no lo sabían. Se han atrevido a contarlo en las encuestas anónimas que repartimos o directamente a nosotros. Incluso algunos se armaron de valor y se lo contaron a sus profesores. Nuestro relato les animó a dar el primer paso. En general, notamos que lo que contamos les llega.
  • ¿Habéis detectado a algún acosador?
  • Al menos hasta ahora estamos viendo que no hay una figura clara de acosador. Las personas que sufren acoso no suelen ser capaces de señalar a uno, dos, tres o a un grupo como culpables de lo que les está pasando. Lo perciben como una situación generalizada, en la que unos hacen las supuestas bromas, otros las ríen y otros callan. A veces son unos, otras veces son otros...
  • ¿Habéis visto algún caso grave?
  • De todo. Están los casos del chico o la chica que están empezando la ESO, acaban de meterse en el ambiente del instituto, totalmente nuevo para ellos, y no reciben la acogida que esperaban o que precisarían. Están los que perciben que sus compañeros cambian y les tratan de forma distinta. Hemos visto también casos graves, aunque esos suelen ser ya conocidos en los centros cuando nosotros llegamos. Hay casos de chicas y chicos acomplejados totalmente, aislados, sin amigos, marginados, sin capacidad para socializar, que lo pasan mal cada día que van al colegio.
  • ¿Qué hacéis, además de contar vuestra experiencia, para detectar casos de acoso?
  • Entregamos encuestas anónimas. El cuestionario empieza con preguntas genéricas sobre el ambiente en clase, si es agradable o no, y sigue con otras más concretas sobre si conocen casos de acoso o lo sufren ellos mismos y de qué clase, si le insultan, le pegan... Analizamos las respuestas por cursos e informamos del resultado a los centros para que sean ellos los que actúen, si es necesario.
  • ¿Qué es lo más necesario, a la luz de tu experiencia, para combatir el acoso?
  • Lo ideal, lo que yo estoy viendo que falta todos los centros y es muy difícil de conseguir, es que los propios compañeros de clase, que son los primeros en ver lo que ocurre, tomen conciencia de que lo que está pasando a esa persona está mal y sepan defenderla. Lo difícil es conseguir que en las aulas se genere un clima de rechazo a esos comportamientos. Al contarles lo que nosotros hemos sufrido, tratamos de decirles que no permitan actuaciones de ese tipo, aunque vean que el compañero no pide ayuda, aunque la necesite. En mi caso si alguien me hubiera apoyado y hubiera alzado la voz por mi, no lo hubiera pasado tan mal



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