miércoles, 23 de diciembre de 2015

HÉROES MUSULMANES

Hasta ayer yo no tenía ni idea de la existencia de Mandera, una ciudad de Kenia de algo menos de 50.000 habitantes. Está situada en la esquina nordeste de este país cercano al llamado cuerno de África, prácticamente incrustada en la frontera con Etiopía y Somalia.

Hace poco más de un año, un autobús que circulaba por allí y se dirigía a Nairobi fue obligado a detenerse por varios miembros de un grupo armado somalí llamado Al Shabab, una rama de Al Qaeda. Iba lleno, con 60 pasajeros a bordo. Los asaltantes obligaron al conductor a desviarse de la carretera principal. Subieron al bus y, según un testigo presencial, saludaron a los pasajeros, intentando identificar a los que no eran musulmanes. Dejaron en paz a varios que fueron capaces de recitar el Corán y seleccionaron a una treintena. Los hicieron bajar del autobús y los mataron a sangre fría. 

Murieron 19 hombres y 9 mujeres, según publicaron entonces los medios.

Pues bien, anteayer, lunes, se produjo un hecho semejante. Una decena de milicianos del mismo grupo armado abordaron otro autobús y conminaron a los pasajeros musulmanes a apartarse de los cristianos. Lo sorprendente y heroico es que los musulmanes se negaron a separarse y a identificar a los viajeros cristianos. Ni siquiera lo hicieron cuando los atacantes amenazaron con disparar contra todos ellos. «Pero aún así nos negamos a separarnos y protegimos a nuestros hermanos», relató a la agencia Reuters Abdi Mohamud, uno de los viajeros.

Ante esa actitud, los asaltantes acabaron por desistir, al escuchar que se acercaba un vehículo que podría ser de las fuerzas de seguridad. Amenazaron con volver y dispararon contra el autobús.

Hubo dos muertos y cuatro heridos. Pero pudieron haber sido muchos más sin la actitud heroica de los viajeros musulmanes, que probablemente sabían lo que había ocurrido meses antes. Eran conscientes, por lo tanto, de que estaban arriesgando muy directamente su vida.

Ocurrió en un recóndito y peligroso lugar de África. Por lo tanto, en el mundo rico apenas le hemos prestado atención. Es cierto que en algunos lugares el mero hecho de sobrevivir es ya una heroicidad. Pero ese ejemplo de solidaridad y de valor reconforta, reconcilia con la humanidad y merecería mucho más que unos cuantas líneas en nuestros medios de comunicación.

Esos héroes musulmanes representan a la perfección el espíritu de la Navidad, tan olvidado por aquí. Feliz Nochebuena.