martes, 31 de enero de 2017

CAMPEONES DE LA DESIGUALDAD Y EL PRECARIADO

Hasta el FMI se ve en la obligación de avisar. España es el tercer país de la Unión Europea donde los ricos acaparan una porción más grande de los ingresos. “Como resultado de la crisis, los indicadores sociales se han deteriorado con fuerza en España”, señala el informe anual que elabora el Fondo sobre la economía española, del que da cuenta El País.

La economía española crece, se recupera el empleo, pero la disminución del paro no consigue frenar el aumento de la desigualdad. Y parece difícil que vaya a lograrlo cuando a jóvenes con título superior y dominio de algún idioma se les ofrecen retribuciones de 10.000 o 12.000 euros brutos al año. No les dan para vivir, ni para independizarse y mucho menos para pensar en tener hijos. Con esta perspectiva, seguirá engordando el círculo vicioso del envejecimiento y la caída de la población.

El crecimiento líder en Europa del que presume el Gobierno no es capaz de frenar la desigualdad ni el empobrecimiento galopante de los que se van quedando al margen, sufren los desahucios que no se frenan _así lo contaba ayer La Voz de Galicia_, el paro de larga duración o tienen que recurrir a los bancos de alimentos para poder comer algo todos los días.

Por si fuera poco, se ha acabado la etapa de contención de precios facilitada por la caída de los del petróleo. Se dispara la inflación, con lo que los escasos ingresos del precariado y las magras pensiones de millones de jubilados se quedarán aun más cortos.

Y seguirá extendiéndose la espiral de la desigualdad, mientras los que gobiernan presumen de crecimiento y los que aspiran a lograr el poder continúan enredados en sus luchas intestinas.