miércoles, 18 de febrero de 2015

URGE UNA LIMPIEZA A FONDO RÁPIDA


(Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  18 de febrero del 2015)

Ya tenemos dos imputados más en este inacabable desfile de políticos por los juzgados para aclarar casos de supuesta corrupción. Ya son 483 en toda España, con 82 condenados, de los que 28 han estado o están en la cárcel, según un detallado mapa que puede consultarse en la edición digital del diario El Mundo.

Los dos últimos en incorporarse al desfile son dos pesos pesados, los ex presidentes de la Junta de Andalucía, Chaves y Griñán, el primero además ex vicepresidente del Gobierno y ex presidente del PSOE. Ambos tendrán que declarar en el juzgado después de las elecciones andaluzas, porque parece que, según una de esas costumbres no escritas, esas declaraciones judiciales no se hacen coincidir con una campaña electoral. Como si la campaña andaluza no estuviese impregnada hasta el tuétano de las investigaciones judiciales y como si el hecho de que se haga pública precisamente ahora esa imputación no añadiese muchos grados a esa impregnación.

El problema es que a estas alturas estamos ya cerca de la saturación. Son demasiados casos, demasiados políticos implicados, demasiados jueces instruyendo sumarios inacabables y convertidos en protagonistas de noticias casi diarias, en algunos casos muy a su pesar, en otros no tanto.

Tan cerca de la saturación estamos que probablemente a cualquier persona que le preguntemos expresará dos deseos: uno, que la Justicia llegue hasta el fondo, hurgue en la herida hasta limpiar todo el pus y extraiga todo lo infectado, cortando lo que haya que cortar. El otro, que lo haga de una vez. Que se vayan cerrando casos, desgajando las piezas que sean necesarias de esos inabarcables sumarios de cientos de miles de folios y decenas de implicados.

Hace demasiado tiempo que estamos sumergidos en este pozo. Por citar solo dos de los más conocidos: siete años de investigación del caso Gürtel y más de cuatro en el de los Eres andaluces son demasiados, mírese como se mire.

Urge que los culpables, si los hay, sean condenados cuanto antes y también que los inocentes, si los hay, queden libres de sospecha.