miércoles, 11 de febrero de 2015

DE LA CRISIS NO SALDREMOS TODOS IGUAL

(Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  11 de febrero del 2015)

Cada día está más claro, al menos en mi opinión, que esta no es una merca crisis económica, sino una profunda crisis social en la que se está agrandando el agujero entre ricos y pobres y de la que parece que no saldremos todos igual. Algunos tendrán que luchar mucho y recibir ayuda para salir del profundo agujero en que han caído o, quizá mejor, al que los han tirado.

Algunos ejemplos en noticias de ayer mismo. Cientos de escolares gallegos se quedan sin clases de apoyo. Hay menos profesores y los que hay hacen falta para dar las clases del horario y programa habitual. Por tanto, muchos de los que necesitan ayuda para seguir el ritmo de aprendizaje de sus compañeros, corren el riesgo de quedarse atrás.

La OCDE, organización nada sospechosa de izquierdismo revolucionario, critica el recorte en el importe de las becas en España. Viene a decirle al Gobierno que con los recortes en esta materia se ha pasado de frenada. Otro caso en el que los menos pudientes tendrán aun más difícil el acceso a los niveles superiores de la educación.

El número de estudiantes españoles con beca Erasmus ha descenso este año un 17%, tres veces más que la media. Más dificultades para los que tienen menos.

Por si fuera poco, uno de cada tres españoles está en riesgo de pobreza o exclusión social. Lo afirman los autores de otro informe, en este caso de la Red Europea de Lucha contra la pobreza y la exclusión social. Entre 2009 y 2012 se dispararon las cifras por el gran número de personas que se quedaron sin empleo. Otro ejemplo de los que se van quedando a la orilla del camino.

Nuestro Gobierno nos dice que la crisis ya es pasado y que estamos ganando en competitividad. Ojalá sea cierto. Y no se deba a que los que apenas tienen para comer, los que se quedan en bajos niveles de educación por falta de medios para llegar más allá aumenten la competitividad a la hora de luchar por un empleo con salario más bajo y en condiciones más precarias.

Seguro que es cierto que algunos están saliendo ya de la crisis. Otros muchos aguardan a que las empresas para las que trabajan empiecen a remotar el vuelo tras años de vacas flacas. Y al menos un tercio de los españoles aspiran a no caer o a salir del pozo de la pobreza. Va a resultar especialmente difícil que salgan de la crisis los que se están quedando al margen del camino por la forma de afrontar esa misma crisis.