(Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el 3 de junio del 2015)
Dicen que están hartos de que les tomen el pelo. Esa es la razón de que un
sector tan pacífico como el de las peluquerías hayan convocado una
manifestación para el mediodía de hoy, miércoles, en Santiago.
No se dan por
aludidos por los positivos datos del paro y de la afiliación a la Seguridad
Social que tan contento ponen a Rajoy. Argumentan que, en su caso, no ven
recuperación, sino lo contrario. Desde que Montoro les subió el IVA de un solo
tajo desde l 8 al 21% hace ya dos años, mil peluquerías han cerrado en Galicia.
En toda España fueron trece mil las que tuvieron que bajar la persiana y se
calcula que 34.000 personas se fueron al paro. Y eso es mucho para un sector
mayoritariamente integrado por mujeres que cotizan como autónomas. La razón,
aseguran, es evidente: no pudieron trasladar a una clientela afectada por la
crisis estos 13 puntos de aumento. Para subidas estaban, sobre todo cuando el
gasto en la peluquería es uno de los primeros que se recortan o se suprimen
cuando las cosas se ponen cuesta arriba.
En marzo, varios
medios publicaron que el Gobierno proyectaba dar marcha atrás en la subida.
Pero por ahora no hay nada y todo suena a que era un globo sonda para rebajar
tensión antes de las elecciones municipales. Así que las peluqueras y
peluqueros sumaron el enfado por la esperanza frustrada a la angustia creciente
que les producen los pagos del IVA.
El objetivo de la
subida del IVA en un montón de productos era aumentar la recaudación. El
Gobierno dice que se ha conseguido. Si esto es así, y no hay por qué dudarlo,
pueden permitirse dar marcha atrás, al menos en lo que toca a sectores, como el
cultural o el de la peluquería, en los que es más que dudoso que el aumento del
impuesto haya generado más recaudación. Y, en cambio, ha provocado cierre de
empresas y despidos.
Estamos ya
prácticamente de nuevo en campaña electoral, ahora para las generales. El PP
aspira a recuperar el voto perdido en las municipales y autonómicas que se
acaban de celebrar y el presidente ha reconocido que necesitan recuperar el
contacto con los ciudadanos. Pues pueden empezar por las peluquerías, lugar
tradicional de encuentro y amigable conversación. Y al salir, ya con la
cabellera bien arreglada, irse al cine, al teatro o a un concierto. Podrán
comprobar los efectos de otra subida, la del IVA cultural, que ha dejado el
ánimo y el bolsillo por los suelos a las gentes de otro sector tan importante
para un país como el de la cultura.