domingo, 12 de febrero de 2017

MIENTE, QUE ALGO QUEDA

El líder ultraderechista holandés Geert Wilders difunde en su cuenta de Twitter una foto manipulada en la que aparece un rival político tomando parte en una manifestación islamista en la que no participó (puedes leer aquí la noticia en El País). El nuevo presidente de Estados Unidos acusa a la prensa de silenciar ataques yihadistas (la noticia completa, aquí)según publicaba hace unos días La Voz de Galiciaque en su versión impresa acompañaba la información con la reproducción de varias portadas del diario en los que se daba cuenta con gran despliegue de los atentados de París, Niza o Bertín. En la misma noticia se recordaba que una asesora de Trump había hablando días antes de una masacre inexistente para justificar el veto migratorio.

Se dispara el número de falsedades disfrazadas de noticias que se publican. Baste recordar las que se difundieron durante la reciente campaña electoral estadounidense, como la del supuesto apoyo del papa Francisco a la candidatura de Trump.

Y no solo fuera de nuestras fronteras.  El País denunciaba hace pocos días que <España también tiene noticias falsas>., con una sucesión de ejemplos, a cual más disparatado. Una muestra: La noticia con las siglas PP en el titular que tuvo más interacciones en Facebook en 2016 fue <El PP no quiere obreros en la Universidad>. publicada en una web y cuyo texto se limitaba a reproducir el titular. Pese a ello, más de 156.000 usuarios de la red social la compartieron o teclearon un <me gusta>.

Seleccionar información fiable en la inmensa selva de la red es tarea cada vez más compleja. Aunque redes sociales como Facebook se estén planteando seriamente introducir controles de veracidad, separar el trigo de la paja es una tarea enormemente compleja y que no está al alcance de todos.

Quienes han hecho de la viralidad su objetivo supremo y de las redes su canal único y privilegiado de intoxicación pueden acabar devolviendo el primer puesto como fuente de información a los denostados medios tradicionales, que, con todos sus defectos y servidumbres, ofrecen la garantía de profesionalidad y asumen la responsabilidad de lo que publican.