Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el 11 de mayo del 2016)
Me sorprendió mucho el lema que el PP ha elegido
para las elecciones del 26 de junio. Como sabes, al <España en
serio> de las del 20 de diciembre, le ha añadido un contundente
<Ahora más que nunca>.
El lema
tiene fuerza y llama la atención. Incluso suena a situación
excepcional y la repetición de unas elecciones por primera vez desde
el retorno de la democracia lo es.
¿Por
qué me sorprende entonces? Porque, como también sabes y conocen
seguramente la mayoría de nuestros oyentes, <Ahora más que
nunca> es el lema con el que Cruz Roja inició en el año 2012 una
intensa campaña con el fin de paliar las consecuencias de la crisis,
en forma de empobrecimiento de miles de familias españolas.
Decidieron
ponerla en marcha tras detectar un empeoramiento de las condiciones
de vida de muchas personas. Se plantearon entonces extender
su atención, que ya llegaba a dos millones de españoles, a 300.000
más en situación de extrema vulnerabilidad.
Cruz
Roja abordó esa campaña porque vio la necesidad de reforzar su
actuación de puertas adentro. Y la inició con varios ejes muy
significativos. Entre ellos algunos tan básicos como reparto de
alimentos o intermediación en materia de vivienda, porque era un
hecho que cada día eran más las familias sin recursos para
alimentarse adecuadamente o que se quedaban sin casa.
Me
extrañó que el partido que aspira a seguir gobernando y que hace
hincapié en la mejora de la situación económica elija como lema de
campaña una frase que a muchos nos recuerda el empobrecimiento de
muchas familias y el incremento de la desigualdad durante los últimos
años, Que en una campaña en la que se presentan como garantía de
seguridad usen un lema que trae a la memoria la inseguridad en que
viven muchos españoles.
En fin,
ellos sabrán. Pero me permitirán que para mi <Ahora más que
nunca> siga significando el esfuerzo de una institución que
trabaja, con la ayuda de decenas de miles de voluntarios, para paliar
una situación de la que son responsables, al menos en una parte
significativa, quienes nos gobiernan.