viernes, 23 de diciembre de 2016

EL OLVIDADO SENTIDO DE LA NAVIDAD



<Para mucha gente, la Navidad sigue siendo estando vinculada a la religión, pero para otros muchos es simplemente una fecha de consumo, una fiesta de la que tan siquiera saben ya su origen>, afirma el antropólogo Manuel Mandianes Castro (Loureses, Os Blancos, 1942), que ha estudiado las tradiciones navideñas en diversos lugares del mundo y su evolución a lo largo de los siglos.

- La Navidad sigue siendo una fiesta cristiana para muchas personas _afirma_. Para otros son simplemente vacaciones de invierno, que continúan celebrando en casa y en familia en muchos casos, mientras otros aprovechan estas vacaciones para viajar a estaciones de esquí o lugares más cálidos.

- ¿Se pierde o simplemente evoluciona?
- La celebración de la Navidad es tan diversa como el resto de las cosas actuales. Se ha ido enriqueciendo con nuevas aportaciones y al mismo tiempo empobreciendo como el resto de las festividades. Se incorporan nuevos elementos y se pierden otros. Antes las celebraciones eran eminentemente comunitarias. En la fiesta del pueblo todos se volcaban y la celebraban en común. Ahora muchas personas aprovechan esa misma fiesta del pueblo para marcharse a otro sitio, mientras otros acuden al lugar atraídos por el renombre de una orquesta.

-¿Cuál es el origen de las fiestas navideñas?
- Los primeros cristianos eligieron el día en que los romanos celebraban el solsticio de invierno para vehicular su mensaje. Cristianizaron una fiesta de contenido pagano. No sabemos cuándo tuvo origen la celebración tal y como la conocemos hoy porque son fiestas que se van transformando y diversificando con el paso del tiempo.

- ¿Por qué el día 25?
- Es el día del sol invencible. El solsticio de invierno trae el día más corto del año, el sol más débil, pero en los días siguientes se produce el nacimiento del Sol, porque empieza a crecer: es el triunfo del Sol frente a las tinieblas. El hecho de que no sepamos la fecha exacta del nacimiento de Jesús no le tiene que restar fuerza a la celebración, ya que no es el único caso de personajes o hitos históricos que se celebran con importancia sin que se conozca la fecha concreta de su nacimiento

-¿Cómo surge la tradición de hacer regalos en Navidad?
- El origen está en aquellos tres sabios que venían de Oriente a buscar al niño que había nacido, al que ofrecían oro, incienso y mirra. Hoy estamos invadidos por la fiebre consumista y en gran parte son fiestas promulgadas por el comercio, pero desde la concepción cristiana, el regalo tiene un significado mucho más profundo, relacionado con la entrega de Dios de su bien más preciado, su hijo.

- Cada año es mayor la presencia de figuras como la de Papa Noel o santa Claus.
- El éxito de Santa Claus en EE.UU. se explica por la transversalidad de su figura, ya que puede hacer regalos por igual a niños laicos, protestantes, católicos, judíos...Tiene grandes posibilidades de imponerse mucho más de lo que ya lo hace por su capacidad de transmitir valores globales. Eso no quiere decir que los Reyes vayan a desaparecer, su arraigo es muy fuerte.

- ¿Y el alumbrado navideño en las calles?
- Anuncia el comienzo de las Navidades y mantiene el simbolismo cristiano del triunfo de la luz sobre las tinieblas con la llegada de Jesús. Ahora, en cambio, no tiene más intención que la de atraer clientes. Los grandes almacenes, la publicidad y la parte más comercial de nuestra sociedad han sabido aprovechar la simbología del cristianismo para llevar el agua a su molino.

- ¿Corre peligro de desaparición la fiesta de Navidad como tal?
- Se da el contrasentido de que personas que desprecian la tradición de Navidad, por cristiana, luchan por recuperar otras anteriores al cristianismo, sin darse cuenta de que esas se fundaron a su vez sobre las cenizas de otras celebraciones anteriores. De ahí que algunas celebraciones que se tildan de recuperaciones no son más que bidones vacíos, sin contenido, porque no saben de donde vienen. Las fiestas se crean sobre símbolos, que no surgen de la noche a la mañana. Los hitos temporales se festejan desde que el hombre tomó conciencia de sí mismo. Y empezó a celebrar ritos en honor de la tierra y homenajes a sus antepasados. Uno de los ejemplos de la mezcla actual es la importación del halloween, que no es otra cosa que el samaín que llevaron a Estados Unidos los emigrantes escoceses o irlandeses en el siglo XVIII. Y el samaín no es a su vez otra cosa que nuestro magosto, castañada en Cataluña, o mauracas en las Alpujarras.

- ¿Puede todavía revitalizarse la Navidad?
- El Papa Francisco está tratando de recuperar la esencia de muchos signos característicos del cristianismo. De encontrar la esencia del Evangelio, de privilegiar a los pobres, a los desheredados de la Tierra. La Iglesia a veces se adapta tarde y de mala manera a los tiempos modernos y a veces en el afán de adaptarse, lo que hacen es vaciar las celebraciones del contenido tradicional.















miércoles, 21 de diciembre de 2016

NO DESFALLEZCAS


(Artículo publicado en la edición impresa de La Voz de Galicia el 20 de diciembre del 2016)


Hay momentos en los que parece que todo se alía contra ti. En los que años de esfuerzo parece que no sirven para nada. En que te enfrentas a un muro de incomprensión y de injusticia, que cierra, al menos aparentemente, todos los caminos.

Hay momentos en los que te dan ganas de tirar la toalla, de decir hasta aquí hemos llegado, porque ya son demasiadas las veces en que has tenido que reinventarte para hacer frente a las visiones tan interesadas como limitadas que utilizaban su poder para marcar un único camino a recorrer, aunque estuviese claro que no era el que el sentido común indicaba.

Es probablemente en esos momentos en que en vez de horizonte solo parece existir un muro negro en los que merece la pena revisar la trayectoria de otros que supieron resistir y atravesar gruesos muros de injusticia y opresión.

Como Marcos Ana, el joven que entró en una cárcel franquista con 18 años y salió con más de 40. 

Que fue condenado a muerte dos veces y al que en dos ocasiones tuvieron toda una noche de angustia esperando a que viniesen a buscarlo para enfrentarse al pelótón de fusilamiento. 

Que vio incrementada su pena de cárcel  en varias décadas más por el tremendo delito de escribir a mano y hacer circular por la prisión un único ejemplar de un periódico en el que contaba algunas noticias a sus compañeros de cautiverio 

Que tuvo que despedir a centenares de camaradas en las tenebrosas noches de sacas que terminaban con el lejano eco de las metralletas y los tiros de gracia.

Y que, sobre todo, fue capaz de salir sin odio y seguir luchando muchos años —murió hace un mes, con 96— por los ideales por los que la dictadura lo encarceló. 

martes, 20 de diciembre de 2016

GOLPE A LA CREDIBILIDAD DE LOS PERIODISTAS



No sé qué produce más vergüenza en el triste caso de Nadia. Si el desfile de expertos por los medios que se está produciendo para poner las cosas en su sitio o la clamorosa ausencia de cualquier tipo de contraste o confirmación de todas las historias que se contaron sobre la gravedad de la enfermedad de la niña y su peregrinaje por clínicas y especialistas.

No cabe duda de que, si ha habido engaño, los principales responsables son los que falsearon los datos. Pero quienes les prestaron altavoces, quienes difundieron a los cuatro vientos esa gran historia de interés humano, sin cumplir esa elemental regla del periodismo que es confirmar los datos que se publican, tienen una parte importante de responsabilidad, no solo en que miles de personas bienintencionadas creyesen el drama relatado y aportasen donaciones, sino en la desconfianza que este caso puede generar y está generando ya a la hora de recaudar fondos para la investigación de las llamadas enfermedades raras.

La doble crisis del periodismo, la económica y la de modelo, está pasando una elevada factura a la credibilidad de los medios y de los periodistas. La insistencia con la que varias cadenas de televisión compiten con programas de varias horas de duración y similar contenido y estructura no ayuda a mantener alto el listón de la credibilidad. Cualquier pequeño avance en la investigación de un suceso se viste de gran exclusiva y se le dedican minutos y minutos. La mezcla de información y entretenimiento y la vulneración de la línea que separa información y publicidad inducen a la confusión. La rapidez con la que se suben a la red decenas y decenas de noticias en competición constante para ser los más ágiles no ayuda a contrastar debidamente cada pieza que lo requiera. Los recortes presupuestarios y los apuros económicos de no pocas empresas de comunicación dificultan destinar los medios necesarios a cuidar la calidad y la estricta veracidad de lo que se difunde.

Bajar la guardia propicia el error. El error degrada aun más la credibilidad de los medios y de los periodistas. Sin credibilidad, no quedarían medios de comunicación. Solo panfletos.

martes, 13 de diciembre de 2016

MÁSTER PARA ABUELOS

(Artículo publicado en el número 5 de la revista Mami. Pulsa aquí para acceder a su página web)

Ser abuelo es cada día más difícil. Ilusiona y rejuvenece, es verdad, pero exige. Y mucho. Y no solo en los numerosos casos en que, con la crisis, la pensión de los abuelos se convierte en la clave del sustento de toda la familia.

Es un arduo reto siempre. Aunque económica, social y afectivamente a los padres recién estrenados les vaya muy bien.

En cuanto el feliz acontecimiento se aproxima, empiezan las complicaciones. Por ejemplo, si los casi-abuelos se ofrecen a colaborar en la compra de la silla de paseo del bebé, al entrar en una de esas tiendas que no habían vuelto a pisar desde hacía tres décadas, ver decenas de modelos alineados ante sus ojos produce de inmediato sensación de mareo. Y en cuanto empiezan las preguntas, el agobio es aun mayor. Porque la cosa no se limita, como hace treinta años, a elegir marca, color y tres o cuatro cosas más. Hay que elegir entre una gran variedad de formas y tamaños, de tipos de suspensión, de posibilidades de plegado o de frenado. Hay que decidir si se prefiere de cuatro o de tres ruedas, grandes o pequeñas, o combinadas. Y decenas de variaciones más, que consiguen que los aspirantes a abuelos no sepan ya si están hablándoles de sillas de bebé o de modelos de fórmula 1.

Si se les ocurre participar en la compra de sillas para el coche, o de las cunas y sus numerosas variantes para casa o viaje, se repite la experiencia, hasta que los más prudentes optan por dejar el campo libre a los nuevos papás y limitarse a la aportación económica, cuando toque.

Cuando el nieto o la nieta ya se sienta ante la tele, los abuelos se asoman al intrincado bosque de los dibujos animados. Empieza un curso acelerado, en el que se enterarán por las demandas infantiles de la existencia de una inmensidad de personajes, desde pocoyós o peppas-pig, a doctoras de juguetes o princesas sofías, que en cuestión de meses son sustituidos por otros nombres de compleja pronunciación.

Superar esas asignaturas no será garantía de aprobar el curso. Deberán enfrentarse aun a otras pruebas, como la tienda de chuches. El quiosco del parque, en el que sus hijos podían elegir entre tres o cuatro cosas, se vuelve vestigio prehistórico antes esos locales, atiborrados de centenares de variedades de golosinas.

Y con las fiestas navideñas llega el examen definitivo. El buzón se llena de catálogos inmensos de páginas a todo color dedicadas a un universo de juguetes, que los niños repasarán velozmente, para elegir varias decenas de objetos, que en no pocos casos los abuelos no sabrían ni como coger.


Tener nietos es cada día un reto mayor. Es hora de que en las Universidades sénior se implante un máster para abuelos. Urgente e Imprescindible.

domingo, 4 de diciembre de 2016

UN ESPACIO MENOS PARA EL BUEN PERIODISMO

La desaparición de Vía V, el programa de debate de V Televisión, es una mala noticia. Cuanto mayor es la abundancia de información, más falta hacen espacios de libertad y de interpretación de la realidad como el que dirigía Fernanda Tabarés en la cadena de la Corporación Voz de Galicia.

En el mundo de hoy <hay un exceso de información relevante, de tal modo que no es fácil tener una visión general, ni comprender o asimilar toda la información>, afirma Daniel Innerarity en su libro La democracia del conocimiento. <Esto incrementa el riesgo de elegir la información irrelevante o secundaria y dejar pasar la verdaderamente importante>, añade. Lo difícil hoy no es acceder a la información, sino tener las claves para poder interpretarla adecuadamente, disponer de una brújula con la que orientarnos en el inmenso bosque de datos de actualidad que llegan a través de los medios y las redes sociales, absolutamente desestructurados o intencionamente ordenados para producir un efecto.

Vía V constituía uno de los mejores instrumentos que ofrecían las parrillas de televisión para ayudar a formarse una idea cabal de lo que estaba ocurriendo en cada momento. Un espacio de libertad, en el que había hueco para la entrevista reposada con personajes de interés y para el debate plural, de confrontación abierta de ideas, pero respetuoso y ordenado, sin la orientación preoconcebida que se adivina rápidamente en otros programas que pretenden pasar por tertulias abiertas y sin el guirigay de tertulianos alzando la voz al mismo tiempo desgraciadamente tan frecuente.

Los mensajes que se han sucedido en las redes sociales desde que se anunció su desaparición refrendan esa idea de libertad. Temas espinosos como las preferentes, el accidente del Alvia en Santiago, la crisis de los refugiados, el maltrato del paisaje o la situación del patrimonio artístico de las antiguas cajas tuvieron en el programa de V Televisión el hueco que escaseó en otras cadenas.

Corren malos tiempos para el buen periodismo. La crisis ha dejado en la calle a cientos de excelentes profesionales del periodismo, a veces excesivamente independientes, ha debilitado a los medios frente a las presiones de los poderes políticos y económicos y ha dejado seriamente tocadas a empresas de comunicación que apostaron más por la empresa que por la comunicación.

En ese contexto, Galicia pierde algo más que un programa de televisión. Pierde un espacio de libertad y una ayuda para entender este loco mundo. 

lunes, 7 de noviembre de 2016

LO QUE IMPORTA ES LA COBRA



Lo que importa es la cobra. Ahí está el ojo del huracán, el centro de atención, el objeto de debate. Lo que preocupa es si el popular cantante rechazó o no la aproximación de la popular cantante y ex novia. Millones de espectadores vieron el supuesto rechazo en la transmisión en riguroso directo y empezaron las especulaciones, ardieron las redes sociales y se dispararon las especulaciones en platós, programas y páginas. 

Poco importa que la misma escena, vista desde otra cámara, descartase el supuesto rechazo. La polémica debe continuar. Hay que rellenar horas de tertulias.

Lo que interesa es la cobra. Poco importa que en ese momento estuviese a punto de nacer un nuevo gobierno, después de casi un año y dos procesos electorales. Poco importa que ese hecho se hiciese posible por el dramático giro del partido que gobernó durante más de dos décadas y que se desangra en una terrible guerra intestina que amenaza con conducirlo a la irrelevancia.

Parece que la cobra es lo más importante. Permite no pensar en que en el Mediterráneo siguen muriendo ahogados centenares de seres humanos que tuvieron la osadía de creer que podrían huir del hambre y de la guerra y encontrar una nueva vida en una Europa cuya principal preocupación parece ser que nadie turbe su vacilante bienestar.

Lo que importa es la cobra. Es algo mucho más próximo que el riesgo de desmoronamiento de la Unión Europea, aunque ahí nos juguemos el destino de cientos de miles de compatriotas que se han ido a buscar la vida fuera de unas fronteras que creíamos desaparecidas para siempre.

Lo que importa es la cobra. Chenoa y Bisbal interesan más que Clinton y Trump, aunque el que gane la primera o el segundo las elecciones en Estados Unidos vaya a tener una influencia directa en nuestras vidas.

Lo que importa es la cobra. Que haya existido o no es secundario. Hay que seguir alimentando la noria que gira sin fin y sin destino.

viernes, 14 de octubre de 2016

¿A QUIÉN IMPORTA LA SANGRE DERRAMADA EN ALEPO?

Las ruinas de Alepo denigran la condición humana.

Las imágenes de niños rescatados de entre los escombros, cubiertos de sangre y de polvo, provocan dolor indescriptible.

Los continuados bombardeos de hospitales despiertan la ira.

Las noticias sobre el fracaso de hipócritas intentos negociadores hacen sentir vergüenza.

Que cientos de miles de seres humanos, mujeres, niños, hombres, lleven meses encerrados en una ciudad destruída, sometidos a hambre, sed, dolor y miedo, horroriza.

Que esos cientos de miles de seres humanos sean utilizados como peones de ajedrez, listos para ser sacrificados en una siniestra partida que se juega en lejanos y lujosos despachos, da náuseas.

Que la partida continúe mientras las bombas siguen matando niños y destruyendo física y psicológicamente a los asediados, generan deseo de presentar la la dimisión como ser humano.

O de incitar a la rebelión contra los de los altos despachos que deciden dónde deben caer las bombas para que hagan más daño y aumente la presión sobre el enemigo.

Contra los que se manifiestan incapaces de pararlos.

Contra las mafias que abusan de quienes huyen de la muerte y el horror.

Y contra quienes se comprometen, presionados por una creciente  demanda ciudadana, a acoger a varios millares de refugiados, y hasta ahora apenas han traído a medio millar

domingo, 25 de septiembre de 2016

LA VERGÜENZA INTERMINABLE


<Antes del inicio de la guerra de Siria, Alepo era uno de los principales destinos turísticos del país> señala una crónica publicada en agosto pasado en el periódico Diagonal (puedes leerla completa aquí). <Allí sus habitantes se esforzaban en convencer a los visitantes de que la suya era la ciudad más antigua del mundo>, con referencias en documentos del año 1800 a.C. La ciudad en la que empezó a producirse el considerado como el primer jabón sólido del mundo (más datos, aquí) es hoy poco más que una colección de ruinas en las que mueren a diario decenas de personas víctimas de bombardeos devastadores que dejan las calles sembradas de cadáveres de adultos y de niños, de víctimas sepultadas bajo los escombros y el suelo de los pocos hospitales que aun quedan en pie saturados de heridos a los que el insuficiente personal sanitario apenas puede atender y se ve en muchas ocasiones obligado a  realizar amputaciones para al menos tratar de salvar la vida de sus pacientes por falta de material y de instalaciones para atenderlos como hubieran deseado.

La masacre está ocurriendo ante la mirada, entre atónita e indiferente, del mundo. Ni siquiera los terribles álbumes de fotos de cadáveres de niños que aparecen en los medios (aquí una durísima muestra) sirven para para algo más que para fortalecer los argumentos de los contendientes y de las potencias que los respaldan. Se trata de poner mucha sangre sobre el complejo tablero de la negociación, para lograr que la otra parte se plantee al menos sentarse a hablar.

Se habla de proyectiles antibunker y de nuevo se menciona la guerra química. Da igual. El secretario general de la ONU llegar a utilizar el término crimen de guerra ((aquí, una crónica sobre los últimos aocntecimientos) . Da igual.

La población civil y los hospitales se han convertido en objetivos directos en esta guerra interminable. En Alepo apenas queda millón y medio de los cuatro millones de habitantes que llegó a tener. En los barrios escenario de las hostilidades hace meses que apenas entran alimentos ni medicinas.

Parece que todo da igual. Seguirán cayendo bombas, muriendo niños, destrozándose familias, convirtiendo a habitantes normales de una ciudad de larga historia en largas hileras de caminantes rechazados por la Europa que se dice acogedora y civilizadas.

Quizá en unas semanas vuelva a haber un intento negociador. O se rinda alguno de los contendientes. Mientras, seguirán muriendo niños ante la indiferencia de la humanidad civilizada.



martes, 20 de septiembre de 2016

¡NIÑO, TEN CUIDADO!

Artículo publicado en la revista Mami (aquí el enlace a su web y aquí su página de Facebook)

Intentar lo que los hoy abuelos hacíamos de niños para divertirnos probablemente implicaría más de una multa. Montar como diversión una batalla a pedradas con una pandilla rival, engancharse en la trasera del bus urbano o de los camiones que subían renqueantes la pronunciada cuesta de la calle en que uno vivía, o construir presas con tierra del parque y llenarlas con agua de la fuente del mismo recinto para romperlas y dejar que el agua bajase como un torrente para esperar escondidos a que llegase un sofocado municipal a buscar el origen de la riada, eran algunos de los inocentes entretenimientos en una época en la que las calles, de tráfico escaso, eran escenario habitual de juegos y los niños iban solos al cole desde edades muy tempranas.

Los que hoy son padres pudieron ya disfrutar de columpios, toboganes y alguna torre, en ocasiones incluso con suelo de arena por la que paseaban libremente los perros.
Eran frecuentes las aristas, los tornillos flojos o las maderas astilladas. Pero los críos disfrutaban igual y apenas había accidentes de importancia.

Esos niños de ayer, convertidos en padres o abuelos, contamos felices las peripecias de nuestra infancia, pero no dejamos a nuestros hijos o nietos ni un momento, los acompañamos siempre al cole, no les perdemos de vista mientras juegan y los cubrimos de cascos, rodilleras y coderas para patinar o andar en bici. Lejos quedan los tiempos de frenar con los pies o andar casi siempre con las rodillas sangrantes por las caídas.

Es cierto que el tráfico de hoy no es el de hace 30 o 50 años y que los medios de comunicación y las redes sociales nos bombardean con historias de niños desaparecidos y con vídeos que alertan sobre la extrema facilidad de conseguir que un pequeño se vaya con un desconocido. Pero todo apunta a que nos pasamos en el afán de protección.

Quizá, como algunos apuntan para justificarse, sea el recuerdo de las travesuras cometidas y del peligro que corrimos inconscientemente uno de los factores que alimentan esa hiperprotección. Dejarles un poco más de libertad para que asuman riesgos razonables puede ser la solución mientras el problema no pase de ahí. Más preocupante es la obsesión de algunos progenitores por apartar a sus vástagos de toda clase de situaciones con carga negativa, pensando que los protegen mejor cuando están impidiendo que generen recursos propios frente a situaciones de conflicto.

Ahora que comienza el curso a lo mejor es el momento para que nos apuntemos a algún cursillo _perdón, a unas sesiones de coaching, qué antiguo soy_ para aprender a no proyectar constantemente el aliento sobre las nucas infantiles a nuestro cargo.


viernes, 29 de julio de 2016

CONTRA EL FANATISMO, VALORES

Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  27 de julio del 2016

Un 27 de julio de cualquier otro año, los medios de comunicación estarían preparando ya sus agendas veraniegas, ante la caída en picado de la actividad política, social y económica. Dedicarían ya amplios espacios a las playas, las fiestas, los festivales y otras actividades propias del verano. Aparecerían reportajes sobre los lugares en los líderes políticos y sociales proyectaban pasar sus vacaciones, sobre el largo período de asueto de los parlamentarios y no faltaría quien recordase que había terminado un período de sesiones más sin afrontar la reforma del Senado.

A nadie se le pasaban por la imaginación, cualquier otro año, los acontecimientos que acaparan nuestra atención y siguen llenando los espacios informativos este 27 de julio.

A nadie se le pasaba por la imaginación que el espectáculo de fuegos artificiales de clausura de unas fiestas pudiese ser interrumpido por un camión lanzado a toda velocidad contra la gente. Que entrar en un centro comercial convirtiese a decenas de personas en víctimas de la explosión de una bomba. Que ir a misa en una iglesia cualquiera implicase presenciar como degollaban al cura. Que sentarse en una terraza o acudir a presenciar la actuación de un grupo musical implicase recibir disparos de ametralladora.

Están actuando con eficacia los propagandistas del fanatismo. Saben aprovechar la facilidad que ofrece internet para apoderarse de mentes débiles o debilitadas por la marginación, el aislamiento, la injusticia o una educación insuficiente o inadecuada y convertirlas en armas letales contra gente pacífica y desarmada.

Es enormemente difícil luchar contra este nuevo terrorismo. Es necesario, desde luego, reforzar al máximo la investigación y potenciar claramente los aun escasos canales de intercambio de información policial entre los países de la UE y con los demás estados democráticos. También, mejorar la integración de inmigrantes y tratar de reducir las bolsas de marginación, pobreza y aislamiento.

Y, desde luego, continuar con nuestra vida, sin ceder un ápice en los valores democráticos, de convivencia en paz, tolerancia, respeto a la diferencia, y solidaridad. Valores que costó mucha sangre normalizar en nuestras vidas y que otros fanáticos intentaron ya echar por tierra sin éxito. Un éxito que tampoco van a conseguir ahora.



miércoles, 20 de julio de 2016

LO QUE MÁS ME ACALORA NO ES EL CALOR DE ESTOS DÍAS

Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  20 de julio del 2016)



Vaya calor el de estos días. En la provincia de Ourense se ha notado especialmente, aunque en el maravilloso municipio de Baños de Molgas, desde el que hoy te hablo, un poco menos. Ayudan mucho a sobrellevarlo la sombra de las magníficas carballeiras que por aquí abundan y las aguas del río Arnoia, que ofrece bellísimos parajes en las comarcas que atraviesa.

Hace calor, mucho calor. Pero combatirlo es relativamente sencillo, si tus ocupaciones te lo permiten. Una sombra, el agua de la playa, una piscina o un río, o el aire acondicionado, ayudan.

Al menos a mi, no es el fuerte calor de estos días lo que me preocupa. Lo que de verdad me acalora es que haya pasado casi un mes desde las elecciones y en lo único que se hayan alcanzado resultados tangibles es en el reparto de puestos, la presidencia del Congreso para ti, dos puestos en la mesa para mi. Dicen que el pacto marca un precedente para otros acuerdos. Pero habrá que verlo.

Me acalora que nuestros políticos apenas avancen, como si todo el país estuviera de vacaciones y sin preocupaciones. Como si Bruselas no estuviese reptiendo cada día que hay que sacar de nuevo la tijera de los recortes, porque unas medidas electoralistas mantuvieron el déficit público por encima de lo pactado.

Como si con anunciar que un Gobierno aun no nacido ni concebido subirá el impuesto de Sociedades estuviera todo resuelto.

Como si no hubiera aun cerca de cuatro millones de parados y mucha gente con trabajo que no llega a fin de mes.

Como si no hubiera cientos de miles de españoles al borde de la pobreza, que no pueden ni soñar con un viaje de vacaciones al pueblo de al lado.

Como si no estuviesen a punto de cumplirse tres años del terrible accidente de Angrois sin una investigación solvente de lo ocurrido y con un sonrojante correctivo europeo a la forma en que se quiso zanjar el caso.

Como si el sangrante problema de los refugiados estuviese resuelto y no con perspectivas de empeorar por la creciente cerrazón de algunos gobiernos y la pasividad de otros, como el nuestro.


Me acalora la sensación de que nuestros políticos no parecen tener prisa. Y aun más que no estén sobre la mesa, con luz y taquígrafos, un montón de documentos sobre las propuestas de cada uno para que se pueda formar un gobierno. Un Gobierno que pueda empezar a tomar medidas y abrir los grandes debates pendientes.

Eso me acalora.

miércoles, 6 de julio de 2016

VENCER A LA ADVERSIDAD

Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  6 de julio del 2016)


Ayer me sorprendió un sencillo mensaje en una red social. Era de un amigo, que se limitaba a saludar tras un tiempo sin actividad en esa ventana virtual. Me preguntarás que tiene eso de particular cuando millones de personas cuentan en las redes sociales sus actividades más triviales.

En este caso, lo destacado es el motivo de ese paréntesis. Estaba acompañando a su esposa, que tuvo que permanecer cierto tiempo ingresada en un hospital.

No era una novedad. La esposa de este amigo lleva tiempo enferma y necesitada de cuidados. Tampoco esta circunstancia es, desgraciadamente, extraordinaria. Son muchas las personas entregadas al cuidado de familiares dependientes.

Lo que me sorprendió del corto y sencillo mensaje de este amigo fue su final. <Animo _decía_ a cuantos estén en esta situación o peor a que no se desmoralicen y vivan el día a día, el aquí y ahora>.

En tiempos en los que parece dominar la indiferencia, cuando no el desprecio, hacia los demás; cuando parece que el disfrute, el placer inmediato, es el objetivo más importante, que haya personas capaces de proyectar sentimientos positivos hacia los demás cuando ellos mismos están sufriendo situaciones difíciles a diario, reconforta.

La verdad es que no fui capaz de hacer otra cosa que enviarle un abrazo a través de esa red social. Es lo que tienen estos tiempos de relaciones virtuales. Ni siquiera le he dicho que estoy orgulloso de que me cuente entre sus amigos. 

Tendré que decírselo

jueves, 30 de junio de 2016

NO HAY OTRA SALIDA QUE EL ACUERDO

Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  29 de junio del 2016)

Anoche volvió a correr la sangre. Otro brutal atentado, esta vez en Estambul. De nuevo decenas de muertos y heridos. Personas que vieron sus vidas truncadas simplemente por estar allí. Como hace poco en Bruselas o París.

Asistimos a un preocupante retroceso en el respeto a la vida y a los derechos de las personas. A una escalada de odio, que en el caso de las últimas masacres tiene su origen en países devastados por la guerra, como Siria, Irak o Afganistán, entre otros.

Unas guerras que a su vez provocan el éxodo de miles de personas hacia Europa. Y se encuentran con fronteras cerradas, muros y campos en los que se apiñan miles de familias. Tropiezan contra el miedo al extraño en el que los movimientos xenófobos encuentran un magnífico caldo de cultivo para crecer.

Una Europa en la que aumentan las diferencias sociales desde el estallido de la crisis. Y en la que se trata de buscar la recuperación y la bajada del paro con leyes que restringen los derechos de los trabajadores.

Una Unión Europea en la que hemos pasado de la cola de solicitantes de entrada a la deserción de uno de sus más destacados socios, un reino unido que puede dejar de serlo como un nuevo fruto de la semilla de la división.

Mientras, en España hemos votado por segunda vez en seis meses, en parte también como fruto menor de esa misma semilla..

Para frenar el crecimiento de los múltiples brotes de la planta de la división, antes de que germine en odio y enfrentamiento, solo cabe la actitud militante a favor del encuentro, del diálogo y de la búsqueda de acuerdos. Y eso implica la exigencia a los líderes que han pasado por las urnas de que no hay otra salida que el acuerdo. 

Como los cardenales en el cónclave, solo es aceptable que se levanten de la mesa cuando hayan alcanzado acuerdos. Acuerdos que garanticen la mejora de las condiciones de vida de las personas, la creación de condiciones para la creación de empleo digno, la persecución sin tregua de la corrupción y el ejercicio sin restricciones de las libertades básicas.

miércoles, 22 de junio de 2016

LÍO EN LA COMUNIDAD DE VECINOS

Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  22 de junio del 2016)
Menudo lío tenemos montado en la comunidad de vecinos. Las tuberías de una parte de la casa desprenden mal olor y las cuentas no cuadran. Pero el presidente de la comunidad dice que a él no le huele mal, aunque su piso está en zona del edificio afectada. Añade que puede que algún contable haya tenido algún error, pero habrá que demostrarlo ante un juez. Y subraya que él no sabía nada, aunque es el que firma las cuentas.
Ahora nos toca renovar la junta y él se presenta a la reelección. Su rival es el vecino del segundo E. La verdad es que teníamos suerte, porque siempre se presentaban los dos voluntarios, iban rotando en la presidencia y en la comunidad estábamos todos muy tranquilos. Hasta que los malos olores aumentaron y apareció el agujero en las cuentas.
Ahora hay otros dos vecinos que también se presentan. Son jóvenes y dicen que ya es hora de renovar y que dejen el sitio los que han permitido que los problemas creciesen sin hacer nada.
El presidente, que teme perder el puesto, le ha propuesto al del segundo B que le apoye a él para cerrar el paso a los otros dos y que todo siga como siempre. Pero el del segundo B no está por la labor y también dice que ya es hora de renovar.
Uno de los jóvenes afirma que lo del mal olor hay que arreglarlo ya. Y que estaría dispuesto a ayudar al actual presidente a afrontarlo, siempre que no fuese él el candidato, sino que dejase que se presentase su esposa o uno de sus hijos.
El segundo de los nuevos aspirantes afirma que estaría dispuesto a formar una junta con el del segundo E, encabezada por el que tuviese más votos. Pero le pone varias condiciones, entre ellas permitir que un grupo de vecinos voten si quieren formar una comunidad independiente dentro del edificio. Pero el del segundo E dice que ni hablar, que el inmueble es uno e indivisible y que no hay más que hablar.
Total, que no sé qué va a pasar con nuestra comunidad. ¿A ti se te ocurre alguna solución? A mi tampoco. Y ya no sé a quién votar. Y así estamos una buena parte de los vecinos. Nos vemos con el mal olor y el agujero de las cuentas a cuestas por tiempo indefinido, mientras repetimos votaciones una y otra vez. Porque esos cuatro no tienen pinta de ponerse de acuerdo ni sobre la reposición de las luces del ascensor. He empezado a pensar en buscar piso en otro lugar y dejar esta casa de locos.

Son las situaciones absurdas que se dan a veces en las comunidades de vecinos. ¿Te imaginas que pasase algo parecido en las elecciones generales? Sería para echarse a temblar. Y para empezar a pensar en irse a vivir a un país serio.

P.D.: Naturalmente, la comunidad de vecinos mencionada es ficticia


miércoles, 15 de junio de 2016

FALTÓ QUE ALGUNO USASE LA CABEZA CON ACIERTO

Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  15 de junio del 2016)
 ¿Crees que lo que vimos el lunes por la tele  respondió a la expectación que había despertado? Yo tengo serias dudas.
Es cierto que era el debut. Pero también lo es que se habían venido preparando a fondo y que todos sabían a lo que se enfrentaban. Era el debut, pero ninguno era precisamente un debutante en un acontecimiento de este tipo.
Y lo que vimos nos recordó demasiado a lo que les hemos visto a los mismos durante todo este tiempo de sobreexposición al público y a los medios, de liderazgo concienzudamente perseguido.
Demasiadas vueltas sin acabar de demostrar la profundidad que se espera de ellos, por su historial y por todo lo que han tenido que demostrar para llegar adonde están ahora. No hay que olvidar que todos han sido elegidos, es verdad que unos más veces que otros, y que se conocen perfectamente. Saben las preferencias y los puntos débiles de cada uno. Así que cabía esperar que fuesen mucho más resolutivos de lo que fueron durante la mayor parte del tiempo.
Hay que reconocer que hubo momentos brillantes. Pero daba la impresión, una y otra vez, de que todo aquello ya lo habíamos visto. Y que al llegar el último minuto podríamos encontrarnos con un nuevo fracaso, como los acumulados en los acontecimientos más recientes, después de los éxitos reconocidos.
Aquello no era lo esperado. Y mucho menos lo deseado por todos. A medida que avanzaba el cronómetro, aumentaba la decepción.
Hasta que llegó el gol de Piqué y se resolvieron todas las dudas de quienes estaban presenciando aquel acontecimiento. Bastó que uno se mostrase resolutivo para que los millones de seguidores se marchasen satisfechos.
Por cierto, en el debate a cuatro, como en el partido de la selección, faltó profundidad y hubo minutos y minutos de despliegue de los recursos ya conocidos. Faltó, sobre todo, alguien que, como Piqué, usase la cabeza con acierto para alcanzar una victoria indiscutible. 

miércoles, 8 de junio de 2016

PEREGRINOS DE LA MISERIA

Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  8 de junio del 2016)
Estoy sorprendido. Gratamente sorprendido esta vez. Ha habido un acuerdo. En plena precampaña, con todos los partidos proponiendo acuerdos en los discursos, pero negándolos en la realidad.
Pero esta vez sí. La Xunta y la Federación Galega de Municipios, que como todo el mundo sabe encabezan respectivamente el PP y el PSOE, han pactado la denominada Axenda Social de Galicia. El acuerdo es especialmente importante, porque fija las acciones para combatir la exclusión social.
Como informaba ayer La Voz de Galicia, la Xunta incrementará ya este año un 26% la inversión en esta materia, hasta los 126 millones de Galicia.
Es un paso, pero hacen falta aun muchos más. Como señalaba en el diario Praza Pública Xosé Cuns, de la Rede Galega de Loita contra a Pobreza, "hai unha recuperación, pero non lle chega a todo o mundo". Disminuye el número de personas con carencia material severa y hay más gente con trabajo. Pero denuncia que el empleo que se está creando es de una calidad muy inferior al que había antes de la crisis. En consecuencia aumenta el porcentaje de personas en situación de pobreza relativa. Tienen trabajo, pero no da para vivir dignamente.
Los gobiernos municipales de Santiago y A Coruña ultiman también sus planes para de renta social municipal. Más parches para taponar el inmenso boquete de la pobreza y la exclusión social. Pero se sigue echando en falta una acción global. Y, cuando menos, una coordinación efectiva. La reclama también la Rede Galega de Loita contra a Pobreza. Por ejemplo, que los papeles que se entregan para solicitar una ayuda en un organismo sirvan para los otros. Hay que evitar <a peregrinaxe da miseria>, como la define la Rede <que obrigamos a facer a 600 mil persoas en Galicia, de mostrador en mostrador>, señalan. Si tienen que dedicarse a conseguir el siguiente certificado para mendigar una ayuda, no podrán centrarse en tratar de salir del círculo de la exclusión.

La sociedad viene demandando sin éxito alguno acuerdos a sus políticos. Un pacto en esta materia es doblemente importante. El gran temor, vistos los precedentes, es que se quede en oasis aislado en un inmenso desierto. Ojalá no sea así. 

miércoles, 1 de junio de 2016

EL ACCIDENTE DE ANGROIS NO PUEDE QUEDAR EN VÍA MUERTA

Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  1 de junio del 2016)

Creo que somos muchos los que hemos recibido con alivio la decisión de la Audiencia provincial de A Coruña de reabrir la instrucción judicial del accidente de Angrois, aunque solo sea para analizar la evaluación del riesgo en la curva fatídica.

Es que también somos muchos los que nos basábamos simplemente en el sentido común para estimar que la seguridad de un tren de sofisticada tecnología, lanzado a más de 200 kilómetros por hora y con centenares de pasajeros a bordo no debería recaer única y exclusivamente sobre el maquinista, cuando una distracción de pocos segundos puede tener, y tuvo de hecho, consecuencias fatales.

Es cierto que es un problema de una enorme complejidad técnica, aunque muchos técnicos han manifestado con claridad la existencia de numerosas deficiencias.

Es cierto que también presenta una gran complejidad jurídica, porque una cosa es la convicción moral sobre las responsabilidades del accidente y otra muy distinta que esas responsabilidades estén tipificadas con la precisión necesaria en las leyes, especialmente cuando se maneja tecnología innovadora y de muy reciente implantación.

Es cierto asimismo que en torno a la alta velocidad ferroviaria española se mueven muchos y muy legítimos intereses y que está en juego la imagen de España como país avanzado y de referencia en esta materia.

Pero no es menos cierto que la seguridad de los miles de viajeros que circulan en esos trenes tiene que ser la prioridad absoluta. Y que un accidente con 80 muertos y más de 140 heridos exige una investigación exhaustiva, que no deje cabos sueltos ni atienda a factores externos a la propia investigación, sean económicos, políticos o de cualquier otra índole.

Lo exigen tantas vidas truncadas. Lo merecen todos aquellos que aconsejaron a las víctimas que hiciesen el viaje en un tren rápido, cómodo y sobre todo seguro. Aquellos que les animaron a dejar el coche en la estación para evitar la inseguridad de la carretera. Y lo hicieron convencidos de que en la puesta en marcha de un proyecto de semejante envergadura y que significaba un espectacular avance en las comunicaciones de Galicia no se dejaría ningún cabo sin atar concienzudamente.

Que una investigación de tan gran trascendencia descarrilase o quedase definitivamente en vía muerta, sería intolerable. Para las víctimas de ese accidente y para los miles de personas que se suben cada día a un tren de alta velocidad.


miércoles, 25 de mayo de 2016

REFUGIADOS, POCO IMPULSO Y NADA DE ORGULLO

Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  25 de mayo del 2016)

Más de 280.000 personas han muerto desde 2011 en Siria. La guerra en ese país ha provocado más de 6,5 millones de desplazados internos y de cuatro millones de refugiados. Trece millones de sirios requieren asistencia humanitaria inmediata.

Son datos tomados de un artículo del ministro de Exteriores, García Margallo, publicado ayer en El País. Relata también que en Alepo nadie quiere vivir cerca de un hospital. La razón es clara: media docena de instalaciones médicas han sido destruidas en las últimas semanas. El ministro hace hincapié en como en los últimos tiempos los hospitales se han convertido en objetivo claro en varios países en guerra.

Lo hace para subrayar a continuación que detener esa inicua escalada es el objetivo de una resolución que acaba de aprobar Naciones Unidas, impulsada por España junto con otros cuatro países y que contiene varias medidas para intentar acabar con esos ataques.

García Margallo subraya que <podemos sentirnos legítimamente orgullosos del papel desempeñado por España en este logro>. Lo estamos, claro está, siempre que nuestro país asume un papel activo en la defensa de los derechos humanos. Y lo estaremos más, si esa medida consigue frenar tan inhumanos ataques. Los precedentes en todo lo relacionado con la guerra en Siria no invitan al optimismo.

Menos optimismo y nada de orgullo inspira la actitud del Gobierno ante la crisis de refugiados. Ayer llegaron, por fin, veinte. Y con tan exigua cifra el Ministerio del Interior considera que <da un decidido impulso al proceso de acogida de refugiados>.

Llegarán más en las próximas semanas hasta alcanzar la cifra de 586 a finales de junio. Pero basta recordar que España se había comprometido hace seis meses a traer a cerca de 16.000 personas. Con los 586 se habrá cumplido un 4% del compromiso. ¿Es eso un impulso decidido?

Mientras aquí los discursos oficiales hablan de impulsos y de orgullo, ayer salieron varios autobuses del campamento de refugiados de Idomeni, que está siendo desmantelado. No  iban hacia la ansiada Europa, sino hacia atrás. Con la presencia de 400 policías y la ausencia de periodistas, a los que no permitieron acercarse.

¿Usted cree que estamos de verdad ante impulsos decididos de los que sentirse orgullosos? Yo, desde luego, no.




lunes, 23 de mayo de 2016

COMUNIONES QUE PARECEN BODAS

Artículo publicado en el número 3 de la revista MAMI, de difusión gratuita en la ciudad de A Coruña en su versión impresa.  Para acceder a su versión digital, pulsa aquí

Da igual que no hayan vuelto a pisar una iglesia desde el bautizo. Da igual que la religión sea algo aparcado desde hace años y que no forma parte de sus preocupaciones ni de sus conversaciones, aunque no hayan dado el paso de proclamarse agnósticos o directamente ateos. Entre otras razones, porque semejante paso complicaría sobremanera que sus hijos hicieran la primera comunión. Para celebrar una gran fiesta, no por otro motivo.

Desde enero, si no empezaron antes, andan ya de cabeza muchos padres con los preparativos. Especialmente si es una niña la protagonista del acontecimiento. Empezando por elegir el vestido, tarea complicada por la amplísima variedad de la oferta. Desde las versiones más sencillas a sofisticados modelos que convierten a las niñas en reproducciones a escala de novias de diseño.

Elegido el vestido, hay que ocuparse de los complementos. Desde el bolsito o la limosnera hasta las guirnaldas de flores, pasando por los zapatos, los guantes y un sinfin de objetos más, que irán engordando la factura hasta niveles cercanos a los de muchas bodas.

Tampoco influye el hecho de que en no pocas parroquias hayan optado por sencillas túnicas como uniformidad para evitar escandalosas diferencias entre los pequeños que acuden al sacramento. Al salir de la iglesia se cambia la túnica por el vestido y asunto resuelto.

Porque después del acontecimiento religioso viene la comida con muchos invitados. El chocolate con churros que recordamos los abuelos, exclusivamente con padres, tíos y abuelos y que se tomaba en casa o en el bar de la esquina inmediatamente después de la misa, queda ya muy lejos. Pero también la comida más frecuente en la siguiente generación, que podría reunir a una veintena de familiares y algún amigo íntimo. La oferta para las comuniones llega ahora a banquetes que poco tienen que envidiar a los de boda, con todos sus detalles. Y cómoda financiación, faltaría más. Aunque la crisis ha traído también recortes por este lado.

Lo de la comunión en sí queda en estos casos en mera excusa para todo lo demás. Porque, si en lo tocante al bautizo han comenzado a proliferar ceremonias civiles que sustituyen la entrada en la comunidad cristiana por la bienvenida a la sociedad civil, en el caso de la primera comunión no es fácil encontrar el gancho que sustituya a la fiesta católica.

No falta quien apunte que la incorporación plena a la vida democrática con el estreno del derecho al voto podría ser una alternativa, especialmente si se adelanta a los 16 años, como piden cada día más voces. Pero para algunos sería esperar demasiado. Habrá que inventar algo. Para que siga la fiesta.