miércoles, 18 de marzo de 2015

O LIMPIEZA GENERAL, O MUDANZA

(Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  18 de marzo del 2015)

¿Cuándo tiene que dimitir un político imputado, investigado, encausado o sometido al escrutinio judicial? ¿Dónde se traza la línea para que vaya o no en las listas electorales? Nuestros ilustres dirigentes políticos siguen dándole vueltas al asunto. El punto de no retorno está, por ahora, en la apertura de juicio oral. Es decir, cuando ya está claro que la persona en cuestión tendrá que sentarse en el banquillo. De ahí hacia atrás varían las posiciones. Unos dicen que la simple imputación o investigación es motivo suficiente (esto suelen decirlo los que han estado siempre en la oposición o acaban de llegar a la política y por lo tanto no tienen ni corren el riesgo de tener compañeros pringados) Otros sostienen que es una injusticia aplicarle a alguien la guillotina preventiva y que luego la investigación quede en agua de borrajas. Y casos ha habido.

¿Qué cuál es mi opinión? Me basta con una sola palabra:

Depende.

No. No es que no quiera mojarme ni cumplir el tópico del gallego, ni apuntarme a la tesis de Mariano Rajoy de que no todas las imputaciones son iguales.

¿No estamos hablando de limpiar la política? Pues apliquemos términos de limpieza. Cada uno en su casa hace la limpieza cada día con normalidad y con todas las cosas en su sitio. Si toca un poco más de profundidad, movemos algunos muebles ligeros. Pero si la basura se ha acumulado durante mucho tiempo, hay que tomar medidas más drásticas: toca limpieza general y no queda títere con cabeza. Se mueblen muebles, se levantan alfombras y se envían a la tintorería, y hasta se bajan las lámparas.

En la política pasa lo mismo. Si la basura es poca no hacen falta medidas especiales y basta con lo que dice la lógica: solo tienen que irse los que se van a sentar en el banquillo con acusaciones concretas.

Pero si hemos dejado acumular montañas de basura, si las aspiradoras, es decir, los mecanismos de control, no han funcionado y permanecieron desenchufadas largo tiempo, (porque los enchufes se usaban para otros fines), entonces toca limpieza general. 

Y con toda la basura que está saliendo un día sí y otro también, está claro que no queda otro medio que meterse a fondo. Hay que mover todo aquello que pueda ocultar alguna inmundicia.

Sí no hacemos esa limpieza general y a fondo, no quedará más remedio que recurrir a la mudanza, porque entre la basura no se puede vivir. Y ya hay algunos que dicen que ha llegado el momento de cambiar el piso en el que nos instalamos en 1978 por otro nuevo. 

O los que dejaron acumular la basura espabilan o las urnas van a actuar como barredoras.