Aun sin estar de acuerdo con sus excesos, con muchas de sus campañas y con su forma de mantener algunas de ellas hasta mucho más allá de lo razonable, es imposible no reconocer que Ramírez es uno de los periodistas más destacados de los últimos cien años. Por su estilo, por su ambición, por su olfato y por su garra.
Por todo ello, apuesto a que no tardará en encabezar otro proyecto.
De su dimensión da idea que la noticia de su marcha de El Mundo me ha empujado a empezar al fin este blog que llevaba en la nevera más de un año. Y empezar compromete a continuar...