miércoles, 14 de mayo de 2014

CUIDADORES OLVIDADOS

Hoy dedicaremos este espacio a unas personas injustamente olvidadas. Son los enfermos de Alzheimer y sus cuidadores. 800.000 personas padecen  en España la enfermedad del olvido y dos millones dedican sus vidas a cuidarles. Siete de cada diez de estos últimos corren peligro de enfermar por sobrecarga. Porque también con ellos se ha cebado la enfermedad del olvido. Cuando se la diagnosticaron a ese ser querido al que cuidan, ellos también empezaron a olvidar. A olvidarse de viajes, de cines, de teatros, de salidas, de ocio, de aficiones, de amigos. E incluso a descuidar el cuidado debido a otros familiares y a ellos mismos.
Ayer les dediqué una columna en La Voz de Galicia. Volver hoy sobre el mismo tema creo que no significa repetirse, porque el problema es enorme. Al leer el artículo, un amigo escribió en mi muro de Facebook para contar escuetamente su durísima experiencia: <A poco de jubilarme _relata_ a mi mujer se le manifestó la enfermedad, que en un principio pensamos era depresión. Se confirmó el diagnóstico y francamente a veces me gustaría estar en Tasmania o Afganistán. He sido ingresado por tres veces en el hospital por anginas de pecho y estoy con medicación antidepresiva. He perdido lo más importante de mi vida afectiva, mi esposa, ya no es nada más que una niña de 7 años>. E incluye un contenido lamento: <los cuidadores estamos siendo olvidados por los avatares de la política cicatera que abunda>.
Y tan cicatera. Porque la Ley de Dependencia del denostado Zapatero les reconocía el derecho a que el Estado sufragase las cuotas de la Seguridad Social a cuidadores que tuvieron que dejar sus trabajos. El objetivo era que tuviesen derecho a cobrar en el futuro una pensión de jubilación o incapacidad. A día de hoy la inmensa mayoría de los cerca de 200.000 beneficiarios que había alcanzado esta medida, ya no figuran de alta en la Seguridad Social. Y las pequeñas ayudas que reciben han disminuido.

Alguien podrá argumentar que el dinero público, en este tiempo de crisis, no da para atender a estas personas como sería de desear. Estoy dispuesto a admitir ese argumento cuando alguien sea capaz de decirme cuantos millones de euros de dinero público han desaparecido en las cloacas de la corrupción y cuantos olvidos se habrían podido haber reparado con ese dinero. Serían solo justicia.

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Difundido en el programa <Voces de Galicia> de Radio Voz, que dirige Isidoro Valerio, el 14 de mayo del 2014