miércoles, 9 de diciembre de 2015

DÍA CONTRA LA CORRUPCIÓN, OPORTUNIDAD PERDIDA

¿Será casualidad que el Día Internacional contra la corrupción, que se celebra hoy, caiga en plena campaña electoral?¿O quizá Mariano Rajoy, al fijar la fecha de las elecciones, no pensó exclusivamente en alargar lo más posible los plazos, a la espera de que la mejora de la economía aumentase sus posibilidades de seguir en la Moncloa?

Lástima que ni el PP ni los demás partidos hayan reparado en la fecha. Sería un día adecuado para celebrar debates sobre esa lacra, que nos cuesta al año entre 40.000 y 50.000 millones del dinero de todos, según diferentes estudios. Serviría para dedicar a ese fenómeno un poco más de atención que la que se le dedicó en el debate a cuatro voces del pasado lunes.

El argumentario de los populares centra el foco en que los corruptos ya no están en el partido, quizá para dejar en la oscuridad las numerosas investigaciones en marcha.

Los socialistas aseguran que ya han asumido responsabilidades políticas.

En Ciudadanos presumen de haber logrado la retirada de Chaves y Griñán y Podemos sigue obviando sus pequeños problemas en esta materia, mientras insta a los electores a que, cuando vayan a votar, no olviden la larga lista de casos de corrupción.

Sabe a medicina escasa para enfermedad tan grave.

Es cierto que los programas electorales incluyen amplios y detallados apartados dedicados a la lucha contra la corrupción. Pero ya se sabe lo que pasa con los programas: se incumplen, se echa la culpa a la herencia recibida y se reciclan para la siguiente legislatura, prometiendo que, esta vez sí, se cumplirán.

Escasa esperanza pueden despertar, a menos que el próximo Gobierno asuma el reto de <considerar los programas electorales como un compromiso vinculante con los ciudadanos, de los cuales habrá que rendir cuentas>, como recoge el del PSOE.

Quizá por eso las encuestas señalan que hay todavía un 40% de ciudadanos que aun no sabe a quién votar.

Quizá estén esperando a que los convenzan con compromisos muy concretos para recuperar esos 40 y pico mil millones que se escurren por las alcantarillas de la corrupción.