miércoles, 22 de octubre de 2014

LOS VIRUS QUE DESTAPÓ EL ÉBOLA

(Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el  22 de octubre del 2014)

Hoy tenemos que felicitarnos todos porque Teresa Romero ha superado el ébola. Seguro que algunos empiezan ya a ponerse medallas por el éxito alcanzado. Quienes las merecen son los profesionales sanitarios que la han atendido con riesgo para sus vidas y la propia Teresa, por su presencia de ánimo y calidad humana, pese al calvario sufrido, que aun no ha acabado del todo, aunque le haya ganado la batalla al virus.

No hay, por fortuna, ningún enfermo de ébola en este momento en España. Pero una veintena de personas siguen aun internadas en el Carlos III, por un riesgo de contagio que en la mayoría de los casos no debería haber existido, si la asistencia a Teresa hubiese sido más ágil y si se hubiera hecho caso a los profesionales de la enfermería que habían denunciado ya meses antes la falta de formación y de información a la hora de enfrentar un posible caso de ébola. No se puede olvidar que el consejo general de la enfermería sigue denunciando aun carencias graves. Carencias que suponen un riesgo claro para los profesionales que pasan más tiempo con los enfermos y realizan las tareas con mayor peligro de contagio.

Es hora de adoptar las medidas que aun no se adoptaron en la dimensión necesaria. Sanitarias y políticas. Es indefendible que siga al frente de la sanidad en la Comunidad de Madrid una persona que ha ofendido de forma reiterada y contumaz a los profesionales que dirige en la persona de Teresa Romero Y qué decir de una ministra desautorizada primero por sus silencios y después por el propio presidente del Gobierno, que se vio en la tesitura de encargar a la vicepresidenta que remediase la inacción que estaba provocando una enorme alarma entre los ciudadanos.

El virus del ébola está erradicado, por ahora, de España. Lo han logrado los profesionales pese a la escasez de medios y de un Gobierno que reaccionó tarde y mal. Un Gobierno que tiene que enfrentarse a otros virus que destapó el ébola. Los virus de la desinformación, de la apatía y de la desconexión con los ciudadanos a los que se debe.