jueves, 5 de noviembre de 2015

BUENISMO MEJOR QUE CINISMO

Comentario difundido en el programa <Voces de Galicia>, que dirige Isidoro Valerio en Radio Voz, el 4 de noviembre del 2015)

Cada día está más claro que esta crisis en la que estamos sumergidos no es solo económica, sino de modelos y de valores. Son variados y destacados los referentes que hasta ahora teníamos por absolutamente seguros que han entrado también en crisis.

Bastan varios ejemplos, todos ellos tomados de noticias de ayer. Si algo había serio y fiable en el mundo fabril era la industria alemana. El escándalo de Volkswagen ha echado por tierra esa aureola. El grupo automovilístico admitió ayer incoherencias inexplicables en las emisiones de dióxido de carbono de 800.000 coches.

Los grupos que controlan la mayoría de los escaños del Parlamento catalán fuerzan los procedimientos parlamentarios para debatir una propuesta que significa incumplir la Constitución. Es decir, la institución en la que los ciudadanos depositan su confianza para elaborar leyes justas y democráticas se propone incumplir la más importante de ellas, aprobada en referéndum también por los catalanes.

Un hombre acusa a dirigentes de una comunidad religiosa de haberlo sometido a él y a otras personas a esclavitud laboral y sexual. Es decir, quienes predican el amor y la fraternidad actúan con violencia y absoluto desprecio a los demás.

El fiscal investiga al responsable de Manos Limpias porque cree que pueden tener las manos sucias. El motivo, una posible apropiación indebida de fondos entregados por estafados para ser defendidos. Si los hechos investigados resultasen ciertos, habría ocurrido que las víctimas de una estafa fueron estafados de nuevo por quienes prometieron defenderlos.

En este contexto, no resulta extraño que decenas de niños y centenares de adultos que huyen de la guerra y el caos mueran intentando buscar refugio en Europa y las respuestas más ágiles sean levantar vallas o cerrar fronteras. Tampoco resulta extraño que los ingresos de las familias residentes en las ciudades gallegas fuesen al final del 2013 menores que cinco años antes, mientras aumentaron las ventas de coches de alta gama o las fortunas de los más ricos.


La crisis es más profunda aun de lo que parece. Solo saldremos de ella impulsando valores como la honestidad y la solidaridad y tratando de apartar sin miramientos a estafadores y aprovechados. Hay quien le llama a esto buenismo. Es posible. Pero siempre será mejor que el cinismo